La paz: capital de altura

La Paz se encuentra a casi 4.000 metros de altura, ¿pero qué es eso para nosotros? jaja. La verdad que uno no termina de acostumbrarse a esto de la altura y por supuesto simplemente subir las escaleras del hotel sigue equivaliendo a una hora de gimnasio.

Es impresionante ver desde las alturas cómo se ha expandido esta ciudad invadiendo las laderas de los montes que la rodean. En la foto se puede apreciar quienes viven hacinados en las afueras.

De muchos hemos oído que es una ciudad caótica en la que no merece la pena pasar más de un día, pues no estamos nada de acuerdo! a nosotros nos ha encantado. Precisamente ese caos hace de La Paz una ciudad muy animada: no existen casi coches privados por lo que la ciudad está infestada de movilidades (mini buses) cuyos propietarios se dejan la voz gritando cada una de las paradas. Es muy gracioso ver como recogen a la gente casi sin parar el auto como si de un secuestro se tratase.

A la tarde las calles se llenan de gente para acudir a cualquiera de los puestecillos en búsqueda de pollo broaster, salchi-papas, hamburguesas y un sinfín de opciones de comida rápida que impregnan la ciudad de un olor muy característico (el pollo frito se lleva la palma).

Nosotros pasamos unos días muy entretenidos simplemente paseando por los mercadillos (los hay casi en cada calle), tomando batidos de frutas, esquivando a los limpiabotas que encuentras en plazas y esquinas y degustando deliciosa comida local por 1€. En fin, que para nosotros merece la pena perderse por sus calles al menos un par de días para cogerle el pulso a la ciudad.

Y vamos con las fotos:

Uno de tantos puestos de comida rápida

Uno de los miles de limpiabotas

Bus tuneado (como la mayoría)

Plaza Murillo

Cambio de guardia

Mirador Killi-Killi

Cholita contemplando su ciudad

Paceño en el mirador

Cría de llama para ofrendar a la Pachamama (madre tierra)

Surtido de productos de coca

Algarrobin! ¿Quién necesita Viagra con esto?

Uno de tantos desayunos en el mercado