
La ciudad nos encantó, no sólo por el encanto de sus interminables cuestas, parques y el archiconocido Golden Gate, sino porque vivimos la ciudad más que visitarla. Esta es una de las ventajas de conocer gente cuando llegas a una ciudad nueva, en lugar de dar paseos interminables por cada esquina de la ciudad, hicimos vida en ella: pasear, disfrutar de los parques, comer bien, salir de fiesta, ir a algún concierto, y ¿he dicho comer bien y variado? jeje.
Algunas cosas que nos llamaron mucho la atención fueron: el altísimo indice de homeless ("sin techo") que deambulaba por las calles (en los alrededores de Market St. sin ir más lejos), el olor a marihuana en las calles, y la gran cantidad de zumbados con los que te cruzas (sobre todo por Haight). Esto último igual tiene mucho que ver con el tema de la marihuana :P Ah! y una vueltecilla por Castro merece la pena, la zona es muy muy chula y no es extraño verte a alguien paseando totalmente en pelotas. Sí, este post termina en pelotas!
¡Uf, qué pereza!
No, lo tuyo no es un caballo
Golden couple
Golden Gate bridge
Uno de los veleros de la America's Cup
Vistas desde el piso de Rosi, not bad!
Comida tailandesa en la terracilla. Sí, hacía rasca.
Laura y su aerodinámica
Tram
Yo te espero aquí
Lombard Street
Alcatraz
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