Tras cinco horas en una barcaza que partió desde Chaitén atracamos en Castro, capital de las islas Chiloé. Tuvimos la suerte de llegar a la ciudad justo el fin de semana que celebraban la fiesta costumbrista, por lo que la ciudad estaba muy animada. Debido al evento la disponibilidad de alojamiento era prácticamente nula, pero el equipito funcionó de nuevo y encontramos una pieza (así le llaman a las habitaciones) en casa de Bernadita, una mujer encantadora que nos hizo sentir como en casa desde el primer momento y donde pasamos una maravillosa velada junto a su familia y el resto de huéspedes (todos chilenos, entre ellos Pedro y Repollo con los que fuimos al Parque Nacional de Cucao al día siguiente). Uno de sus nietos era un crack con el acordeón, así que nos tocó unas cuantas canciones acompañado por su padre a la guitarra (y la peque al mini-acordeón).
Al día siguiente fuimos a la feria costumbrista que tenía lugar en un parque enorme donde según la prensa se congregaron unas 40.000 personas. La verdad es que fue toda una experiencia: música tradicional chilota, comida típica de la isla (Curanto al hoyo y a la cazuela, asados de ternera y cordero por doquier, helados artesanos, postres, conservas, ceviche, etc), artesanía y muestra de los oficios de la zona. Nuestro paso por la fiesta fue totalmente gastronómico, íbamos hipnotizados por el olor a asado que había en todo el parque (Jose estaba hasta nervioso... no podía probar todo, jaja). Probamos el asado de cordero al palo y el Curanto al hoyo.
Esa misma tarde visitamos unos pueblecitos: Achao, Curaco de Vélez y Dalcahue. Para acceder a los dos primeros hay que coger una barcaza, la ida fue en bus pero para la vuelta decidimos hacer dedo, lo cual es muy común en la isla. Tuvimos mucha suerte porque nos paró una pareja de chilenos que estaban haciendo la misma ruta que nosotros, así que visitamos juntos Curaco y Dalcahue y finalmente nos llevaron de vuelta a Castro :)
Parque Nacional de Cucao
Pedro y Repollo nos invitaron a ir con ellos hasta la entrada del parque para así pasar nosotros como chilenos (normalmente los extranjeros pagan como el doble, pero no en este caso), y eso hicimos aunque al final pasamos la tarde con ellos haciendo una ruta y en la playa y terminamos compartiendo mesa para cenar y jugando a cartas con ellos.
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Jolin que gastronomía!!! Jose, asi no echarás de menos las torras, no???? Laura, a este ritmo no hiciste buena compra de pantalones (las previsiones era adelgazar, jajaja. Muxus!!
ResponderEliminarBueno por lo que se ve comeis bien, el curanto es carne y marisco mezclado? tiene buena pinta.cuidaros y muchos besos.
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