Panamerican Dream: San Francisco, wake us up

Aunque ya ha pasado casi un mes desde que terminamos esta maravillosa aventura, no queríamos dejar las cosas por terminar, así que publicaremos lo que nos queda pendiente de nuestras andanzas por EEUU. Después del circo americano y del imponente Gran Cañón, volamos a San Francisco para reunirnos con Rosi, una compi y amiga de mi etapa castiza (¡mil gracias por todo!).

La ciudad nos encantó, no sólo por el encanto de sus interminables cuestas, parques y el archiconocido Golden Gate, sino porque vivimos la ciudad más que visitarla. Esta es una de las ventajas de conocer gente cuando llegas a una ciudad nueva, en lugar de dar paseos interminables por cada esquina de la ciudad, hicimos vida en ella: pasear, disfrutar de los parques, comer bien, salir de fiesta, ir a algún concierto, y ¿he dicho comer bien y variado? jeje.

Una de las actividades obligadas en tu visita a San Francisco es la ruta en bici desde Embarcadero, bordear la costa hasta llegar al Golden Gate (coincidió con el inicio de la America's cup, así que estuvo entretenido), cruzarlo y hacer el descenso hasta Sausalito, donde se coge el ferry de vuelta. Tuvimos mucha suerte porque nos hizo un solazo impresionante, y digo suerte porque a juzgar por el mono tema diario de la gente sobre el tiempo y que casi todos los días hacía rasquilla (era Agosto), algo de suerte ya tuvimos.

Algunas cosas que nos llamaron mucho la atención fueron: el altísimo indice de homeless ("sin techo") que deambulaba por las calles (en los alrededores de Market St. sin ir más lejos), el olor a marihuana en las calles, y la gran cantidad de zumbados con los que te cruzas (sobre todo por Haight). Esto último igual tiene mucho que ver con el tema de la marihuana :P Ah! y una vueltecilla por Castro merece la pena, la zona es muy muy chula y no es extraño verte a alguien paseando totalmente en pelotas. Sí, este post termina en pelotas!