Después de unos cinco días viajando por la Ruta 40 y la carretera Austral son muchas las historietas que os podemos contar:
Ruta 40
Tras El Chaltén, nos disponíamos a realizar nuestro primer gran viaje por carretera, y que mejor comienzo que doce horas del tirón ascendiendo por la popular Ruta 40 hasta Los Antiguos (todo pura pampa y carretera de ripio).
¿De quién íbamos acompañados todo el viaje por la pampa argentina? pues de muchos israelitas. Ya llevábamos unos días mosca preguntándonos porqué habían tantos por esta zona, incluso veíamos carteles en hebreo en alguno de los hostales y estaciones de autobuses. Pues porque tras tres años de servicio militar obligatorio, les dan pasta para que viajen, y un astuto israelita afincado en esta zona se lo ha montado más que bien y se los trae a todos para acá. Al parecer no están muy bien vistos en Chile y Argentina ya que dos de los incendios más importantes que han habido en los parques nacionales fueron originados por israelitas.
Primer contacto con los chilenos patagónicos
La primera conversación con un chileno fue cuanto menos graciosa, se podría resumir en cuatro palabras: no te entiendo tío! ilusos de nosotros, pensábamos que hablábamos la misma lengua. El chileno-suajili fue el encargado de llevarnos a la frontera y entre tantas conversaciones (2 horas esperando a llenar el bus) destacaríamos una pregunta: ¿Habéis venido desde España por tierra?... ¿por tierra? por tierra íbamos nosotros de la risa, juas!
El ajo, esa arma letal
Ya sabíamos que no se podían pasar alimentos de origen animal o vegetal a Chile, pero aún así intentamos colar una cabeza de ajo, no sé, por probar, jaja. Total, que al pasar el escáner nos detectaron la hortaliza letal y procedieron a su requisamiento y posterior análisis (en serio, lo partieron sin tocarlo y lo tiraron a la basura trasladándolo encima de una carpeta guardando las distancias).
Cruzando el segundo lago más grande de sudamérica
Una vez en Chile, sin nuestra cabeza de ajo, nos tocó pegarnos un poco con la multitud que se agolpaba en las oficinas frente al lago para comprar un pasaje para la barcaza que cruza el lago General Carreras. El barco partía desde Chile Chico (algunos dicen que se llama así porque en él puedes encontrar todos los climas que existen a lo largo de todo Chile) en un trayecto de 2,5h que finalmente fueron 3,5h. ¿Por qué? pues por lo típico, el típico barco que no puede levar anclas y te quedas durante una hora dando vueltas en el lago cual perro atado a un árbol.
Carretera Austral
Después de cruzar el lago, comenzamos nuestro ascenso por la carretera Austral hasta Coyhaique, capital de la región de Aysén. Durante el recorrido conocimos a unos chilenos que nos dieron muy buenas recomendaciones sobre qué ver y dónde comer. Así terminamos comiendo los dos días en
el Mastique, donde coincidimos con ellos el segundo día y compartimos mesa. Era el típico sitio donde tú nunca entrarías si no te lo recomienda alguien por su dudoso aspecto (la puerta se abría con una cuerda que estaba enganchada al pestillo). Al final son mejores las recomendaciones de los locales que lo que pueda poner en la Lonely Planet.
Siguiente parada: Puyuhuapi, pintoresco pueblo pesquero (fundamentalmente de la pesca de la merluza que exportan a España) a orillas de un fiordo. Este pueblo se encuentra a sólo 20 km del P. N. Queulat, y como siempre, reinaba la desinformación sobre transportes, por lo que decidimos hacerlo en bicicleta (craso error!!!!). El resultado de estos más de 40km en bici por carretera de ripio (pedrolos) fue manos doloridas y culo, ejem, digamos que no era sencillo sentarse al día siguiente.
Parque Nacional Queulat
Según un folleto Queulat significa "sonido de cascada" y según otro "tierras lejanas", cosas que pasan.
Los 40km en bici valieron la pena por el maravilloso recorrido de 6km que hicimos por unas sendas de exuberante vegetación hasta llegar al Ventisquero Colgante (un glaciar en lo alto del monte).
La vuelta en bici fue un infierno a pesar de las maravillosas vistas del fiordo que nos acompañaba durante todo el recorrido!
La Toma
Nosotros que llegamos todo contentos pensando en nuestra duchita y la cena después del palizón en bicicleta, y nos encontramos con unos chicos en la parada de bus que nos dicen que en 5 min llega el último en unos cuantos días porque hay una "toma" (huelga y cortes de carreteras) por lo que no tuvimos otra opción que esperar el bus y decirle al conductor que se esperara 5 min que íbamos al hostel a por las mochilas.
Así que sin ducharnos y con todo el pestazo, hicimos las mochilas en nada y nos montamos en el bus rumbo a La Junta... Cosas que pasan xD
Chaitén, el cenicero gigante
Igual por el nombre no os suena, pero es el volcán (que da nombre a la ciudad también) que entró en erupción en mayo de 2008 provocando una gran catástrofe. Realmente parece que fue ayer: calles llenas de ceniza, miles de casas abandonadas y sepultadas. Una imagen espeluznante y sobrecogedora. No nos podemos imaginar lo que pasaría esta gente en su día.
En 2009 las autoridades decidieron no reconstruir el pueblo y realojar a la gente al norte del volcán. Mucha gente vendió su casa al gobierno pero otros decidieron volver y no abandonar sus orígenes.
Pues esto es lo que queda del pueblo, y si le sumamos que hemos llegado en un momento de caos (por la huelga y por las intensas lluvias), el resultado es un pueblo colapsado por la falta de servicios, así que ya podemos dar gracias de haber encontrado la que probablemente era la última habitación libre. La gente está pensando en ocupar las casas vacías (vendidas al gobierno) y acampar en ellas.
Se acabó la chapa, mañana partimos en barco hacia las islas Chiloé esperando encontrar mejor tiempo.
Venga, la versión resumida en imágenes:
Fiordo frente a Puyuhuapi
Barcas pesqueras
Laura lidiando con las vacas
Sendero P.N, Queulat
Lucha por el agua
Ganó Laura
Impresionante
Casa vendida al gobierno