domingo, 26 de febrero de 2012

Islas Chiloé: el último reducto español

Tras cinco horas en una barcaza que partió desde Chaitén atracamos en Castro, capital de las islas Chiloé. Tuvimos la suerte de llegar a la ciudad justo el fin de semana que celebraban la fiesta costumbrista, por lo que la ciudad estaba muy animada. Debido al evento la disponibilidad de alojamiento era prácticamente nula, pero el equipito funcionó de nuevo y encontramos una pieza (así le llaman a las habitaciones) en casa de Bernadita, una mujer encantadora que nos hizo sentir como en casa desde el primer momento y donde pasamos una maravillosa velada junto a su familia y el resto de huéspedes (todos chilenos, entre ellos Pedro y Repollo con los que fuimos al Parque Nacional de Cucao al día siguiente). Uno de sus nietos era un crack con el acordeón, así que nos tocó unas cuantas canciones acompañado por su padre a la guitarra (y la peque al mini-acordeón).

Al día siguiente fuimos a la feria costumbrista que tenía lugar en un parque enorme donde según la prensa se congregaron unas 40.000 personas. La verdad es que fue toda una experiencia: música tradicional chilota, comida típica de la isla (Curanto al hoyo y a la cazuela, asados de ternera y cordero por doquier, helados artesanos, postres, conservas, ceviche, etc), artesanía y muestra de los oficios de la zona. Nuestro paso por la fiesta fue totalmente gastronómico, íbamos hipnotizados por el olor a asado que había en todo el parque (Jose estaba hasta nervioso... no podía probar todo, jaja). Probamos el asado de cordero al palo y el Curanto al hoyo.

Esa misma tarde visitamos unos pueblecitos: Achao, Curaco de Vélez y Dalcahue. Para acceder a los dos primeros hay que coger una barcaza, la ida fue en bus pero para la vuelta decidimos hacer dedo, lo cual es muy común en la isla. Tuvimos mucha suerte porque nos paró una pareja de chilenos que estaban haciendo la misma ruta que nosotros, así que visitamos juntos Curaco y Dalcahue y finalmente nos llevaron de vuelta a Castro :)

Parque Nacional de Cucao

Pedro y Repollo nos invitaron a ir con ellos hasta la entrada del parque para así pasar nosotros como chilenos (normalmente los extranjeros pagan como el doble, pero no en este caso), y eso hicimos aunque al final pasamos la tarde con ellos haciendo una ruta y en la playa y terminamos compartiendo mesa para cenar y jugando a cartas con ellos. 


¡Chicos! Si finalmente visitáis este blog dejadnos vuestros datos para seguir en contacto. Un abrazo po!

Un saludo a todos... seguiremos informando xD



Preparando el Curanto al hoyo

Curanto listo para comer :)

Fiesta Costumbrista Castro

Buena onda xD (se ve por muchas playas)

sábado, 18 de febrero de 2012

Historias de carretera

Después de unos cinco días viajando por la Ruta 40 y la carretera Austral son muchas las historietas que os podemos contar:

Ruta 40

Tras El Chaltén, nos disponíamos a realizar nuestro primer gran viaje por carretera, y que mejor comienzo que doce horas del tirón ascendiendo por la popular Ruta 40 hasta Los Antiguos (todo pura pampa y carretera de ripio).
¿De quién íbamos acompañados todo el viaje por la pampa argentina? pues de muchos israelitas. Ya llevábamos unos días mosca preguntándonos porqué habían tantos por esta zona, incluso veíamos carteles en hebreo en alguno de los hostales y estaciones de autobuses. Pues porque tras tres años de servicio militar obligatorio, les dan pasta para que viajen, y un astuto israelita afincado en esta zona se lo ha montado más que bien y se los trae a todos para acá. Al parecer no están muy bien vistos en Chile y Argentina ya que dos de los incendios más importantes que han habido en los parques nacionales fueron originados por israelitas.

Primer contacto con los chilenos patagónicos

La primera conversación con un chileno fue cuanto menos graciosa, se podría resumir en cuatro palabras: no te entiendo tío! ilusos de nosotros, pensábamos que hablábamos la misma lengua. El chileno-suajili fue el encargado de llevarnos a la frontera y entre tantas conversaciones (2 horas esperando a llenar el bus) destacaríamos una pregunta: ¿Habéis venido desde España por tierra?... ¿por tierra? por tierra íbamos nosotros de la risa, juas!

El ajo, esa arma letal

Ya sabíamos que no se podían pasar alimentos de origen animal o vegetal a Chile, pero aún así intentamos colar una cabeza de ajo, no sé, por probar, jaja. Total, que al pasar el escáner nos detectaron la hortaliza letal y procedieron a su requisamiento y posterior análisis (en serio, lo partieron sin tocarlo y lo tiraron a la basura trasladándolo encima de una carpeta guardando las distancias).

Cruzando el segundo lago más grande de sudamérica

Una vez en Chile, sin nuestra cabeza de ajo, nos tocó pegarnos un poco con la multitud que se agolpaba en las oficinas frente al lago para comprar un pasaje para la barcaza que cruza el lago General Carreras. El barco partía desde Chile Chico (algunos dicen que se llama así porque en él puedes encontrar todos los climas que existen a lo largo de todo Chile) en un trayecto de 2,5h que finalmente fueron 3,5h. ¿Por qué? pues por lo típico, el típico barco que no puede levar anclas y te quedas durante una hora dando vueltas en el lago cual perro atado a un árbol.

Carretera Austral

Después de cruzar el lago, comenzamos nuestro ascenso por la carretera Austral hasta Coyhaique, capital de la región de Aysén. Durante el recorrido conocimos a unos chilenos que nos dieron muy buenas recomendaciones sobre qué ver y dónde comer. Así terminamos comiendo los dos días en el Mastique, donde coincidimos con ellos el segundo día y compartimos mesa. Era el típico sitio donde tú nunca entrarías si no te lo recomienda alguien por su dudoso aspecto (la puerta se abría con una cuerda que estaba enganchada al pestillo). Al final son mejores las recomendaciones de los locales que lo que pueda poner en la Lonely Planet.

Siguiente parada: Puyuhuapi, pintoresco pueblo pesquero (fundamentalmente de la pesca de la merluza que exportan a España) a orillas de un fiordo. Este pueblo se encuentra a sólo 20 km del P. N. Queulat, y como siempre, reinaba la desinformación sobre transportes, por lo que decidimos hacerlo en bicicleta (craso error!!!!). El resultado de estos más de 40km en bici por carretera de ripio (pedrolos) fue manos doloridas y culo, ejem, digamos que no era sencillo sentarse al día siguiente.



Parque Nacional Queulat

Según un folleto Queulat significa "sonido de cascada" y según otro "tierras lejanas", cosas que pasan.
Los 40km en bici valieron la pena por el maravilloso recorrido de 6km que hicimos por unas sendas de exuberante vegetación hasta llegar al Ventisquero Colgante (un glaciar en lo alto del monte).
La vuelta en bici fue un infierno a pesar de las maravillosas vistas del fiordo que nos acompañaba durante todo el recorrido!

La Toma

Nosotros que llegamos todo contentos pensando en nuestra duchita y la cena después del palizón en bicicleta, y nos encontramos con unos chicos en la parada de bus que nos dicen que en 5 min llega el último en unos cuantos días porque hay una "toma" (huelga y cortes de carreteras) por lo que no tuvimos otra opción que esperar el bus y decirle al conductor que se esperara 5 min que íbamos al hostel a por las mochilas.
Así que sin ducharnos y con todo el pestazo, hicimos las mochilas en nada y nos montamos en el bus rumbo a La Junta... Cosas que pasan xD

Chaitén, el cenicero gigante

Igual por el nombre no os suena, pero es el volcán (que da nombre a la ciudad también) que entró en erupción en mayo de 2008 provocando una gran catástrofe. Realmente parece que fue ayer: calles llenas de ceniza, miles de casas abandonadas y sepultadas. Una imagen espeluznante y sobrecogedora. No nos podemos imaginar lo que pasaría esta gente en su día.
En 2009 las autoridades decidieron no reconstruir el pueblo y realojar a la gente al norte del volcán. Mucha gente vendió su casa al gobierno pero otros decidieron volver y no abandonar sus orígenes.
Pues esto es lo que queda del pueblo, y si le sumamos que hemos llegado en un momento de caos (por la huelga y por las intensas lluvias), el resultado es un pueblo colapsado por la falta de servicios, así que ya podemos dar gracias de haber encontrado la que probablemente era la última habitación libre. La gente está pensando en ocupar las casas vacías (vendidas al gobierno) y acampar en ellas.

Se acabó la chapa, mañana partimos en barco hacia las islas Chiloé esperando encontrar mejor tiempo.

Venga, la versión resumida en imágenes:

Fiordo frente a Puyuhuapi

Barcas pesqueras

Laura lidiando con las vacas

Sendero P.N, Queulat

Lucha por el agua

Ganó Laura

Impresionante

Casa vendida al gobierno

martes, 14 de febrero de 2012

El Chaltén: la capital del trekking

Todavía con la resaca del Perito Moreno, tomamos (el verbo “coger” ya ha sido eliminado de nuestro vocabulario) un autobús destino El Chaltén, conocida como la capital del trekking. ¿Qué hicimos aquí? Pues eso, rutas de montaña durante los tres días que pasamos en este ventoso pueblo. Si dicen que los de levante estamos locos por el viento, en este pueblo deberían de estar majaras perdidos. Estos vientos vienen de la zona de glaciares que se encuentra detrás de estas montañas (la tercera superficie más grande del planeta tras la Antártida y Groenlandia).

Las rutas:
El primer día hicimos una toma de contacto hasta la laguna Capri, sólo 3 horas.
El segundo día ya fueron 20 km y la pena es que el tiempo no acompañó demasiado por culpa del viento. De hecho, fue una experiencia única el intentar acceder al mirador de la laguna Torre casi a cuatro patas y cogidos el uno al otro porque se nos llevaba (literal, de hecho algunos bajaban con heridas en la cara de las piedrecitas disparadas por el viento).
El último día fue la etapa reina, 25 km (los tres últimos kilómetros con 400 metros de desnivel). Una ruta preciosa que tuvo su recompensa, la laguna Los tres: Laura, Jose y nuestro colega Fitz Roy (Nombre del macizo que preside el parque nacional Los glaciares desde sus 3.405 metros de altura).

Y como esto de caminar no tienen más historia, aquí van algunas fotos de este impresionante paraje:

Valle del río de las vueltas

Fitz Roy

Bocata salami en laguna De los tres

Laura contemplando la laguna Capri

Fitz Roy enmarcado por los gadgetobrazos

Por fin llegamos


lunes, 13 de febrero de 2012

Perito Moreno: Ice Age


Con el vuelo a El Calafate desde Ushuaia empezamos nuestro ascenso por la Patagonia Argentina. Fue un vuelo un poco agitado debido a unas turbulencias pero sin más.
El Calafate es otra ciudad más destinada al turismo, llena de restaurantes (impresionante el cordero patagónico de Don Pichón) y agencias para hacer excursiones en torno al Perito Moreno. Así que eso es lo que hicimos, de entre toda la oferta nos decidimos por un mini-trekking por el glaciar (nos hacía ilusión enfundarnos los grampones y patear el hielo).
Nuestra experiencia previa con los glaciares se reducía a Noruega, y si allí ya nos dejaron impresionados, no os queremos ni contar cómo nos quedamos al ver esa inmensa mole de hielo que parecía avanzar hacia nosotros. No creemos que exista la foto capaz de plasmar tal inmensidad, nos quedamos durante dos horas observando y escuchando cómo iba desprendiéndose ocasionalmente de mazacotes de hielo que sonaban como un trueno en medio de una tormenta de verano.

Respecto al mini-trekking (hora y media), totalmente recomendable, es muy caro pero merece la pena pagarlo para acercarse al glaciar por la cara sur en una embarcación y empezar el recorrido por el hielo. La experiencia de caminar sobre el glaciar está bastante bien, al principio parece que vayas a resbalar pero no tiene ningún misterio. Durante el recorrido te van explicando las diferentes formaciones que los cuerpos extraños moldean en el hielo (sumideros, ventanas, etc.) y al finalizar brindamos con un whisky con hielo del glaciar.








Os colgamos algunas fotos para que os hagáis una idea, pero sólo eso, una idea, hay que venir a vivirlo!


El monstruo

Air Jose

Contemplando la gran mole


Tocando la cara sur

Desproporcioooooon


Impresionante

La cara sur del glaciar

jueves, 9 de febrero de 2012

Tierra de Fuego: El fin del mundo

Sobrevolando el canal de Beagle para aterrizar en Ushuaia ya sentíamos que el fin del mundo estaba cerca. Obviamente es algo psicológico, pero puedes sentir cómo las aguas del canal se alejan camino de la Antártida.
La ciudad de Ushuaia no tiene ningún encanto, como dato curioso decir que fue construída por los presos de una cárcel que existía allí previamente.
Debido a lo aislada que está la ciudad del resto del mundo, los precios están por las nubes. Pero bueno, si se tiene tiempo merece la pena visitarla por las innumerables excursiones que puedes realizar por la zona. Nosotros nos decantamos por el glaciar Martial, la pingüinera y el parque nacional de Tierra de fuego.


La pingüinera - Isla Martillo
La visita a la pingüinera es una experiencia inolvidable, la sensación de llegar con la barca a la isla y ver cómo miles de pingüinos te reciben en la orilla haciéndote pasillo para dejarte desembarcar es increible.
Tuvimos mucha suerte porque la visitamos durante la época de cría por lo que la isla estaba repleta de esas torpes aves.
Estuvimos como hora y media paseando por la isla y contemplando las diferentes especies que la habitaban en ese momento: pingüinos Magallánicos (no son antárticos), Papúas (estos sí habitan en la antártida durante parte del año) y un despistado pingüino Rey, el segundo más grande después del Emperador (con esto sí que fuimos tremendamente afortunados porque este ejemplar se perdió en el camino de vuelta a la antártida, donde pasan la mayor parte del año).


Pingüinos Magallánicos (miles)

Papúa (Sólo 22 parejas en la isla)

pingüino Rey (más solo que la una)


Parque Nacional Tierra de Fuego
Allá que nos vamos Laura y yo super preparados para nuestro primer trekking de esta aventura y como era de esperar en esta zona, en cuestión de minutos sale el sol, llueve, sopla un fuerte viento (ver última foto) y no sabemos cuántos fenómenos atmosféricos más.
La verdad es que vale la pena, haces una ruta por la costa del canal de Beagle, cruzando bosques y lagos.


Laura abrazando el canal de Beagle

Jose perdido en el fin del mundo

pájaros carpinteros (los oyes antes que verlos)

Árbol bandera


Aún estamos cogiendo el ritmo al viaje por lo que nos retrasamos un poco en las entradas, esperamos tenerlo al día en breve... en próximos capítulos: Perito Moreno y El Chaltén.

viernes, 3 de febrero de 2012

Aires porteños

¿Qué pasa boludos? acá os dejamos la primera entrada desde el otro lado del charco. Han pasado ya 5 intensos días, el primero viajando y el resto disfrutando de la capital federal a nuestra manera :)
Partiendo de la base que las ciudades grandes no van con nosotros, nos hemos centrado en disfrutar de unos buenos asados, visitar la bombonera (este sábado le hacen el partido homenaje a Palermo, juas) y "caminito" (un callejón muy colorido del barrio de boca) y deambular por el barrio de San Telmo agarrando (lo de coger lo vamos dejando para la vuelta xD) a Laura de la mano para que no comprase nada en los mercadillos, jeje.

El rato más agradable: la conversación con el cajero de un banco en el que cambiamos euros, vaya elemento! esta gente no respira al hablar y saben cómo camelarse a la gente! pero la verdad que nos echamos cuatro risas hablando de temas como el peaje que tuvo que pagar piqué con ibrahimovic para poder "comerse" (literal) a shakira.

Pues nada más de momento, ya estamos en Ushuaia, fin del mundo (que no del viaje, jeje). Ya os iremos contando... de momento os podemos decir que huele a caca de pingüino xD

Algunas fotillos:
nuestros caparazones

Cha... el Argentino

El bombón en la bombonera



Mafalda fue creada por aquí, en el barrio de San Telmo

Así sí, toma asado!